A la memoria de Albino Hernández Flores (1926-2012)
Para Rosy, que caminó junto a él
Para Claudina, Juan y Ofelia
Anturio y bugambilia fundan su reino
de luz y claridad en medio del silencio:
un estallido sordo de color y armonía,
un fulgor vegetal en la lumbre del día.
Anturio y bugambilia te acompañaron
en el último tramo de tus pasos,
y el rojo tulipán y el aretillo
con su racimo púrpura y su brillo.
Anturio y bugambilia guardan tu voz
entre las hojas mansas y su verdor,
junto a la flor doliente, la pasionaria,
cuya rama engrosó como la vida diaria.
Anturio y bugambilia y la tibutina
estuvieron contigo en tus últimos días:
anturio con su brillo, y el terciopelo
morado de la flor que busca el cielo.
Un ramito de tréboles puso en tu tumba
tu nieta más pequeña, para que nunca
te abandone el amor ni te falte la suerte
incluso en el ignoto camino de la muerte.
Ciudad de México, 30 de junio de 2012
Tomado de Final de diluvio, Hiperión-Universidad Autónoma de Nuevo León, Madrid-Monterrey, 2013.